El camino hacia las baterías de litio-aire duraderas
Las baterías de litio-aire se consideraron prometedoras en la década de 1970 como posible fuente de energía para vehículos eléctricos, ya que ofrecían densidades de energía que rivalizaban con las de la gasolina y superaban considerablemente a las típicas de las baterías de iones de litio convencionales. Sin embargo, en las décadas transcurridas desde entonces, no ha sido posible superar los retos que plantea la aplicación práctica de esta tecnología, entre ellos la baja cantidad de ciclos de carga-descarga que soportan estas baterías antes de degradarse. Unos científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad Harvard y la Universidad Cornell, las tres instituciones en Estados Unidos, han encontrado una forma de aislar y estudiar una enigmática sustancia que muy probablemente es la responsable de la degradación de componentes clave en las baterías de litio-aire: el superóxido de litio. La clave para atrapar al superóxido de litio es el uso de una cubierta confinante de quinona, una molécula que sirve de portadora de energía en biología.
Fuente: NCYT