La refrigeración que aumentará el flujo de datos desde naves espaciales lejanas a la Tierra
Las estaciones terrestres de la Agencia Espacial Europea (ESA) se utilizan para enviar instrucciones a naves espaciales y recibir a través de un «enlace descendente» los datos que las naves recogen.
La demanda de capacidad de los enlaces descendentes de las estaciones es mayor que nunca. En los próximos años, la agencia se está preparando para lanzar nuevas naves espaciales a mayor lejanía en nuestro sistema solar y apoyar las misiones de una cantidad cada vez mayor de agencias espaciales asociadas.
Para aumentar la capacidad de los enlaces descendentes, hay que construir nuevas antenas o mejorar el rendimiento de las existentes. La ESA hace ambas cosas.
Mientras se construye en Australia una nueva y muy necesaria antena de espacio profundo, es importante (y rentable) exprimir al máximo todo el rendimiento posible de las antenas actuales. Una serie de mejoras en la red de estaciones terrestres de la ESA se está encargando precisamente de eso. Dichas mejoras se harán en las tres antenas de espacio profundo de 35 metros de la ESA y aumentarán el flujo de datos científicos en un 40% al enfriar el alimentador de la antena.
Fuente: NCYT