Una miríada de asteroides captados por radar
La astronomía mediante radares se parece a la radioastronomía pero, a diferencia de esta, no se limita a la recepción pasiva de ondas de radio provenientes del cosmos, sino que envía señales al espacio y recibe los ecos cuando rebotan en un astro. Por sus características, solo funciona con astros cercanos, dentro de nuestro sistema solar, a diferencia de la radioastronomía que puede captar ondas de los confines del universo.
La astronomía por radar es un campo relativamente joven. Se inició en 1946, captando los ecos de señales enviadas a la Luna. Le siguieron Venus y otros planetas cercanos. Pero han sido sobre todo asteroides los astros más estudiados por radar. Por regla general, en estos casos el asteroide sigue una trayectoria que le lleva a pasar muy cerca de la Tierra y entonces el radar puede obtener información bastante fiable de él.
Desde la primera observación por radar en 1968 del asteroide Ícaro (Icarus, catalogado con el número 1566), esta técnica se ha utilizado para conocer mejor las órbitas de asteroides que pasan cerca de la Tierra. Tales astros son potencialmente peligrosos porque una pequeña desviación de su trayectoria podría llevarlos a colisionar contra nuestro mundo.
Fuente: NCYT