Nuevo biosensor para revolucionar la robótica controlada desde el cerebro
Un nuevo biosensor se adhiere a la piel del rostro y de la cabeza para detectar las señales eléctricas que envía el cerebro. Estas señales pueden entonces traducirse en órdenes digitales para controlar sistemas robóticos.
El dispositivo es obra del equipo de Francesca Iacopi y Chin-Teng Lin, ambos de la Universidad Tecnológica de Sídney (UTS) en Australia.
El sensor está hecho de grafeno epitaxial (esencialmente múltiples capas de carbono muy fino y muy resistente) formado directamente sobre un sustrato de carburo de silicio encima de silicio. El resultado es una novedosa tecnología de detección que supera los tres principales retos de la biodetección basada en el grafeno: la tendencia a la corrosión, la escasa durabilidad y el entorpecimiento en la lectura de señales generado en el contacto con la piel.
El grafeno es, a grandes rasgos, una lámina de carbono con un grosor del orden de un átomo.
En los últimos años, el grafeno viene siendo utilizado con frecuencia en el desarrollo de biosensores. Sin embargo, hasta la fecha, muchos de estos dispositivos se han desarrollado para un solo uso y son propensos a desprenderse al entrar en contacto con el sudor y otras formas de humedad en la piel.
Fuente: NCYT