Nuevo sistema de almacenamiento de energía a gran escala
La quema de combustibles para obtener energía es cada vez una opción menos adecuada en el marco de la contaminación del planeta y del avance del calentamiento global por culpa de las emisiones artificiales de gases con efecto invernadero. La tendencia creciente a que sea la electricidad proveniente de fuentes limpias (mayormente energía solar y eólica) y no la combustión lo que impulse a los automóviles y otros vehículos del tráfico rodado exige también sistemas capaces de almacenar grandes cantidades de energía.
Un problema importante de la energía solar y de la eólica es que son fuentes de energía intermitentes que no siempre pueden suministrarla al momento. Debido a ello, parte de la electricidad que generan requiere ser almacenada para su uso posterior.
Al igual que para garantizar el abastecimiento de combustible a los vehículos con motor de combustión se necesitan gasolineras en las que almacenar grandes cantidades de combustible, los vehículos con motor eléctrico necesitarán estaciones de recarga para estar siempre a punto.
Las baterías de flujo, recargables, de bajo coste y aptas para suministrar electricidad a gran escala, son una de las tecnologías más adecuadas para dicha clase de infraestructuras.
Fuente: NCYT